DÍA 17. S. MARTÍN DE LOS ANDES BARILOCHE

Nos cuesta levantarnos, nos hacemos los remolones, pero finalmente la realidad tira de la sábana y comenzamos a recoger todo para de nuevo trasladarnos. Primero el desayuno, como ayer muy escaso, después el pago y la despedida. Dos noches han sido 300 ars.
El día amenaza buen tiempo como ayer, estos días están siendo estupendos. Suena cruel contarlo, pero va sin mala intención. Nos ponemos en carretera después de intentar cambiar sin éxito unos euros. El primero de los lagos y ya que no lo pudimos ver ayer es el Lácar, paramos para ver y disfrutar un rato de la imagen y ¿cómo no? hacer unas fotos.
El viaje es muy agradable, repetimos los lagos que hicimos el día anterior: Falkner, Villarino, Espejo, Escondido. Es en este momento cuando tomamos el desvío hacia Villa Traful. El primer tramo de la carretera te permite tener la misma sensación que tenían los protagonistas de Jurasic Park cuando visitaban las instalaciones desde el todo terreno. Todo alrededor es verde y muy denso, espectacular. La carretera es de ripio, lo que permite imaginar que estás haciendo algo malo porque estos caminos en España estarían prohibidos para vehículos y aquí, sin embargo, es la carretera que te lleva a un pueblo. Es un lujo de paisaje.
La primera parada al ver el Lago Traful, con un paseo disfrutamos de sus orillas y del paisaje que lo rodea, aquí también tenéis zona de camping agreste.
Llegados al pueblo aparcamos para dar un paseo, lógicamente os podéis hacer idea que es una aldea donde dice la guía que viven 500 y nosotros a primera vista calculamos 10. Eso sí, todo está muy acondicionado para el turismo. No esperéis asfalto porque no hay ni un centímetro, pero veréis alojamientos estupendos cabañas, casas hoteles etc. El puertecillo que tienen, nos permite más tranquilidad y nos sentamos disfrutando de las vistas en un lugar donde todo lo que nos rodea es paz.
Seguimos el viaje, ahora toca el mirador del Traful a cuatro kilómetros. Como lo anterior hay que parar. Después el paisaje va cambiando en beneficio de un valle más grande. Atravesamos lo que llaman el Valle Encantado, supuestamente aquí como en el de Cuenca las piedras tienen formas reconocibles, nosotros no hemos visto ninguna. También puede ser que tuviéramos ganas de que terminara la carretera de ripio.
En cuanto llegamos al asfalto nuestros cuerpos se relajan, el tema de un coche alquilado está muy bien, pero al final es una responsabilidad en esta zona con tantas piedras y tanto bache.
Llegados a Bariloche lo primero que hacemos es alojarnos, esta vez cambiamos de sitio ayer reservamos en Periko’s Hostel que aunque no es de la cadena de hosteling es un precio barato para lo que hay en otros sitios. El hostel está muy bien y encima hoy tenemos asado por 40 ars. La noche son 160 ars. También es céntrico.
La siguiente tarea después de organizar el día de mañana es devolver el coche, aunque está con bastante polvo no cuenta y el trato termina a cero, o sea que muy bien la experiencia con Hertz, han respondido cuando hemos tenido un problema y a la hora de devolverlo no ponen pegas. Totalmente recomendable. El precio de la gasolina que preguntabais ayer es barato. 3,72 ars litro gasolina y 2,88 ars. litro de gasoil.
Después toca paseo por la ciudad y disfrutar de la actividad que tiene. También de unos pedazo de helados de muerte, ¡hum que ricos!, no son caros y “pedazo tanque”. ¡Por fin! Hemos visto los famosos San Bernardos con barril incluido, por supuesto la foto cuesta dinero.
Hemos visitado la catedral Nuestra Señora de Nahuel Huapi, bien sin muchos comentarios. También nos han hecho una pequeña encuesta sobre nuestra experiencia turística en Argentina, nos hemos desahogado. Con esto, y después de intentar visitar la biblioteca, a la que no hemos podido acceder porque cierran a las 18:00 (a Arancha le gustaría tener ese horario), volvemos a Periko´s. Ducha y ahora expectantes por la cena, mañana os contamos.

ULTREIA!!!!