DÍA 22: B.AIRES - DELTA DEL TIGRE

Sueño, sueño, y otro poco más es lo que desayunamos hoy.
Como hiciéramos ayer, preguntamos en la recepción de nuevo cómo debemos ir a Tigre. En este hostel hacen la excursión de manera organizada por 100 ars. cada uno, pero es fácil hacerlo por tu cuenta. Nos indican y… ¡en marcha!. Lo primero es el “Subte” como llaman aquí al metro. No tiene mucha diferencia con los que hemos visto antes. Es bastante nuevo y no vamos muchos a esta hora de la mañana. Bajamos en Retiro, en la misma estación de tren donde compramos el billete hasta Tigre. Ambos billetes nos cuestan: 1,10 ars. el subte y 1,35 ars el tren, ambos precios por persona. Total del trayecto hora y cuarto.
Hay una ruta alternativa de tren, consiste en bajar en estación Mitre y desde ahí hay un tren que va por la costa. Nos han dicho que no merece mucho la pena hacer tanto transbordo y por eso lo hemos descartado.
En Tigre buscamos el punto de información turística, que está en la misma estación y nos informan de lo que tenemos para ver. Después compramos el billete de barco que da el paseo por el delta durante dos horas. Hay otras opciones como el taxi-lancha, alquiler de embarcación con chofer, embarcaciones públicas, etc. En el tiempo que resta hasta embarcar nos damos un paseo por la zona de la costanera. Si se viene pronto se puede dar el paseo a las Tres Bocas, o coger un transporte público y callejear por la zona interior del delta que tiene que merecer mucho la pena, preguntad por ello.
El paseo en barco promete, buen día de nuevo y hemos elegido un sitio privilegiado nos permitía mirar en ambos lados sin “tropiezos a la vista”. Empezamos por uno de los canales, el que tiene casas mirando al canal con unos jardines muy cuidados. Alguna de las casitas en cuestión, la mayoría, tiene que costar mucho dinero, otras en cambio están casi en ruina. No hay coches y todas tienen embarcadero a la puerta, todo muy bucólico.
El siguiente tramo es donde se suele hacer esquí acuático. Nosotros hemos coincidido con varios, imaginad un martes a las 14:00 que haya gente disfrutando esto en lugar de trabajar, seguro que tienen mucho “tiempo”. Después toca la zona del Río de la Plata, aunque no llegamos a él lo divisamos. Lo siguiente es volver y tras desembarcar vamos a la zona del Puerto de Frutos. Hay un montón de tiendas de artesanía, o sea que es un buen sitio para hacer compras y el precio nos ha parecido más económico que lo visto hasta ahora. Al ser entre semana hay poco, pero la cantidad de puestos y pasajes comerciales que tiene hace suponer que en fin de semana tiene que ser una locura.
A eso de las 6 de la tarde comenzamos el regreso. En mitad del trayecto se oye un ruido fuerte, una pedrada contra una ventana, por suerte la persona que estaba sentada no ha sufrido daños. Una chica nos ha dicho que suele ser algo común el trayecto cruza una zona de “villas”, lugares marginales, y suele ocurrir esto. Aunque esta línea es la mejor, en otras la gente se sube al techo del tren e incluso se cuelga de las escaleras.
Después del trayecto en subte y recién pisada la calle empieza a llover, ¡y como caía! menos mal que el trayecto es corto. A pesar de la distancia llegamos empapados al hostel. Hemos quedado a cenar con Julio y Silvia. Pensábamos ir al restaurante El Desnivel, pero con la que está cayendo nos quedamos. Compramos algo de comida en el super de enfrente. Tras un rato de charla nos despedimos hasta el domingo.
Con esto mañana salimos dirección Iguazú y hay que madrugar. Besos y abrazos según corresponda.