DÍA 14: VILLA LA ANGOSTURA – PARQUE NACIONAL DE LOS ARRAYANES

Empezamos con fuerza, un desayuno que aunque no es buffet está bien. La noche en el Ciervo Rojo por si no lo hemos añadido son 150 ars. es céntrico, un poco obsoleto, pero cómodo. Después de liquidar las deudas, no aceptan pago con tarjeta ni euros, vamos a por nuestro flamante chevrolet corsa. Al intentar meter las maletas, no caben. Tampoco hacemos muchos esfuerzos, una de éstas la metemos en el asiento de atrás y carretera.
No resulta muy complicado orientarse, ya que el lago es el que marca la dirección de ruta. Pasamos el control policial, donde nos avisan que debemos llevar las luces encendidas. El resto es fácil, hay 96 kilómetros entre ambas localidades por asfalto. Nos acompañan: una emisora local que iba y venía, un paisaje bonito, los nervios de ponernos en carretera en un país que no conoces, alguna nube y precaución máxima. El trayecto se nos ha hecho corto, teníamos algo de prisa por salir de Bariloche y llegar al primer barco que sale hacia el extremo de la península de los Arrayanes en el Parque Nacional Nahuel Huapi a las 11 de la mañana. Lo primero que hemos hecho al llegar a Villa la Angostura es ir a dejar las maletas al hostel previo paso por la oficina de turismo municipal. Después camino al puerto para coger el barco. En la oficina de turismo, nos dicen que hay dos barcos, uno a las 11 y otro a las 11:15, cada uno va por un lado de la Península. Por la tarde a las 14:30. ¿A qué no adivináis que es lo primero que hacemos al bajarnos del coche?, ¡muy bien! Comprar la entrada al parque nacional, otros 30 ars. Aquí el tema del bono de visita de parque tiene otra versión, lo curioso es que nos parece la más creíble. Hay que ir a intendencia, es decir al Ayuntamiento de Bariloche o San Martín y solicitarlo allí. Nosotros pagamos 30 pesos por parque y el bono son 24 por todos. Por supuesto no aceptan carnet de estudiante que no sea argentino, y la chica de la taquilla del barco encima nos cuenta riéndose que en Europa ella si que ha tenido descuentos con carnet de estudiante argentino, ¡ qué curioso!. Hablando del barco, nos ha hecho pensar que el tal Campbell de la excursión de todo glaciares nos cobraba poco, os explicamos: El precio de la excursión del todo glaciares son 350 ars. por ocho horas, aquí nos han sacudido 95 por una. Hay que consolarse porque nos invitan a un chocolate en una casita en el parque, y una visita guiada de 30 minutos.
El viaje hasta allí muy bien, al estar en cubierta y con un día completamente soleado se disfruta el doble. Nos van explicando alguna cosa y el camino se va haciendo ameno. Al llegar al puerto nos hacen bajar y acompañar a la guía que nos explicará el bosque, que en sí mismo es otro parque nacional, el de Arrayanes. Resulta que el arrayan es un arbusto, y aquí es el único lugar donde se desarrolla como árbol.
El paseo merece la pena, ameno y lo de siempre, con otros 80 “amigos” más, tampoco podemos pedir otra cosa en este tipo de excursiones. Cuando la vuelta acaba nos separamos ya que el barco sale de nuevo hacia Villa Angostura, somos dos grupos: los que volvemos andando, 13 kms. ó los que vuelven en barco, que lógicamente han pagado su trayecto de vuelta, menos un 20 % de descuento. Nosotros decidimos canjear ese vale de chocolate, al ver que no tiene muy buen aspecto, ya que es tipo batido cacaolat, cambiamos a café. El sitio es un lujo, casita de madera tipo cabaña americana junto al lago de las pelis; por supuesto chimenea y…. vamos muy de tele, pero muy chulo. Después de este rato y encima habernos quedado solos, empezamos el regreso a pié, nos aconsejaron esta forma ya que al revés tienes que hacer el trayecto de subida y así es más cómodo, ida en ferry y vuelta andando.
El paseo es una gozada, merece muchísimo la pena y además hemos tenido la suerte de ir un buen rato solos, genial. A los tres cuartos de hora de camino coincidimos con una pareja de argentinos y charlada hasta el final de la ruta, para que os hagáis una idea del buen rato que hemos pasado, no nos hemos preocupado de comer y durante dos horas ha sido sólo hablar, que se nos da fatal, entre árboles y un decorado idílico.
Al llegar al muelle de nuevo nos hemos separado, nosotros hemos ido hacia el mirador norte y ellos hacia el pueblo. En uno de los miradores hemos comido y con ganas de ducha regresamos hacia el hostel. Por cierto merece mucho la pena, se llama bajo cero aunque está bastante alejado. Lo último ha sido un paseíto por el pueblo que son todo tiendas, una avenida principal y tiendas a ambos lados. Hay que decir que es muy cuco todo, en plan madera y con bastante gusto.
Después de este día toca descansar, así que mañana os seguimos contando. Como diría Santi, besos y abrazos según corresponda.
Ahh! una cosa, al salir de Burgos y con cargo de conciencia por tirar un regalo tan original y sabroso como el de las morcillas, fuimos repartiendolas, ya que en dos de ellas no había nada y suponíamos que aunque hubiera algo, la mayoría se podían comer, y aquella persona que encontrara algo nos lo iba a decir, no sabemos nada si alguien tiene noticia de algo y nos lo quiere contar se lo agradeceríamos, de cualquier manera podemos esperar a nuestro regreso.
ULTREIA!!!!